Tras un largo recorrido, primero en tren de cercanías y luego bordeando a pie los extensos solares de la antigua Cárcel de Carabanchel, llego al punto de reunión con mis amigos dibujantes. Esta mañana hemos decidido prestar atención a la ermita de Santa María la Antigua, actualmente la capilla del viejo cementerio de Carabanchel. Los orígenes de la iglesia se remonta al siglo XIII y está construida en estilo románico-mudéjar. Cuenta la tradición que está levantada sobre unos terrenos en los que se sitúan dos de los milagros atribuidos a San Isidro dos siglos antes (1080-1172).
martes, 22 de septiembre de 2015
Y, por la tarde, una visita al Museo Sorolla
He llegado con tiempo al recinto del museo, a primera hora de la tarde, y me he sentado a dibujar a la sombra en un banco del jardín. Tengo la sensación de haber llegado a un oasis, aunque debo hacer un esfuerzo por abstraerme del ruido de coches subiendo y bajando por la calle Martínez Campos. Me fijo en las diminutas fuentes que alegran de vida de este rincón, llamando la atención frente a los luminosos pedestales del otro lado del huertecillo. La imponente casa domina la escena, desde la izquierda, compartiendo espacio con árboles frondosos, y devolviendo referencias de luz a todas partes. Adentro espera la colección permanente de unos de los pintores españoles más importantes de todos los tiempos y una magnífica exhibición temporal sobre 'Sorolla. Arte de la luz'.
jueves, 17 de septiembre de 2015
Una oportunidad única: dibujando desde la torre de control de la T4, en Barajas
El Museo ABC ha organizado, junto con AENA, una visita para dibujantes al aeropuerto Adolfo Suárez, de Madrid-Barajas. Es una oportunidad que no creo se vuelva a repetir. Aparte de la grandiosidad del espacio aeroportuario y la vista privilegiada desde las alturas, un reducido grupo hemos podido dedicarnos a nuestro hobby preferido. Hemos pasado todo una larga jornada en el aeropuerto. Por la mañana, en la terraza de la torre de control; y, por la tarde, en el terminal en los corredores de embarque. Gracias al museo, por facilitarnos esta estupenda experiencia.
sábado, 5 de septiembre de 2015
Una caminata por los alrededores de La Granja de San Ildefonso
Llegué temprano al punto de encuentro en La Granja, y pude esperar al resto del grupo haciendo un primer boceto frente a la puerta de la entrada por la calle de la Reina, junto al Parador Nacional, que aparece a la derecha en el dibujo. Me atraen los contraluces de la mañana, cuando el sol derrama vida a través de las esquinas... El arco luce una solemne inscripción que delata su edad: 'Reynando Carlos III'. A través del arco y la calle, al fondo, nos espera la iglesia de los Dolores, delante del manto de la sierra de Guadarrama. La Granja es un lugar de ensueño, un lugar destacado entre los muchos rincones apacibles con encanto de los alrededores de Madrid.
El motivo de la reunión era caminar y dibujar en las calderas del cercano río Cambrones, por lo que nos alejamos del núcleo urbano de La Granja, por caminos cada vez más estrechos hasta multiplicarse en veredas de monte bajo. El pequeño cauce del río discurre encajonado a la falda de la sierra. Su caudal de agua es escaso a estas alturas del verano, pero sigue discurriendo bien fría, como recién salida de las entrañas de la sierra.
El motivo de la reunión era caminar y dibujar en las calderas del cercano río Cambrones, por lo que nos alejamos del núcleo urbano de La Granja, por caminos cada vez más estrechos hasta multiplicarse en veredas de monte bajo. El pequeño cauce del río discurre encajonado a la falda de la sierra. Su caudal de agua es escaso a estas alturas del verano, pero sigue discurriendo bien fría, como recién salida de las entrañas de la sierra.
Hemos parado en una primera poza a descansar, tomar un aperitivo y dibujar un primer boceto. María, la hija de Fernando, se ha atrevido a darse un baño, pero ha salido rapidamente del agua, porque estaba helada. Aguas arriba, hemos parado en una segunda poza, donde dibujé el segundo boceto, después de reponer fuerzas. El día ha sido estupendo y la compañía magnífica. Me gustaría volver a este lugar en primavera, cuando el agua baje como una sonora torrentera.
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