Las Médulas deben su apariencia al resultado de la que se considera la mayor explotación minera romana de oro a cielo abierto, que se puso en marcha en tiempos de Octavio Augusto y se mantuvo activa durante unos doscientos cincuenta años. Se ha calculado que llegó a producir 5.000 toneladas de oro, después de remover 500 millones de m3 de montaña. Se sabe que los romanos utilizaron el procedimiento de 'ruina montium', o de derrumbamientos parciales, provocados por el empuje hidráulico a través de un sistema de galerías excavadas previamente en la montaña. Las aguas eran traídas desde bien lejos, por una impresionante red de unos 300 kilómetros de canales...
A la caída del sol, después de una ligera y sabrosa cena, paseamos por el pequeño pueblo de las Médulas, que virtualmente se ubica al borde del sitio minero y permite ver los farallones de la mina desde cualquier esquina, como desde este punto frente a la pequeña iglesia (arriba), o desde el exterior de nuestro hotel rural Agoga (abajo).
En este viaje voy a probar un nuevo conjunto de rotuladores y pinceles de tinta no soluble en agua. El color de las tintas es muy intenso y, para dar luminosidad, hay que hacer rayados y dejar grandes espacios sin tocar, de forma que el dibujo pueda respirar. A veces daré algún toque con ceras acuarelables, sobre todo en el cielo. Veremos los resultados.
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