sábado, 14 de junio de 2014

Frente a La Corrala de Mesón de Paredes

La tropa del grupo de Dibujamadrid (ABC) nos ha llevado esta mañana por el barrio de Lavapiés. Hace muchísimo tiempo que no paseo por estas calles, tanto que ni siquiera recuerdo haberlo visto antes. Me ha llamado la atención la Corrala de la calle Mesón de Paredes, enfrentada a la pared oriental de la biblioteca de las antiguas Escuelas Pías. En este barrio, el porcentaje de población extranjera duplica la media del resto de barrios de Madrid y hay mapas que ubican algunos grupos de forma bien diferenciada, ya sean indios, magrebíes, chinos o sudamericanos. Como nos dice Enrique Flores, nuestro ilustrador anfitrión y residente en el barrio, la gente es muy amable y no dirán nada si nos ven dibujar, siempre que no nos pongamos a dibujar 'camellos'.



Busco una sombra en el parquecillo adoquinado que ocupa el espacio enfrentado a La Corrala. Estoy próximo a la hilera de asientos de piedra que bordean el solar, pero uso mi silla plegable de campaña, porque por el lugar abundan los restos de una noche de jarana vecinal. Frente a mi está Alejandro, que aguanta poco tiempo bajo el sol y se mueve al cabo de unos minutos a otro lugar más protegido. A mi derecha oigo una discusión en otro idioma, quizás árabe, intercalado con algunas interjecciones en castellano. Nunca se saben si discuten o si están a buenas. Parece que están a buenas, y se separan cada uno por su lado. Uno de ellos, con turbante oriental, pasa frente a mi llevando una desvencijada bicicleta en cuyo cuadro ha amarrado una pequeña tabla pintada con un paisaje. Al poco llega un camión cisterna del ayuntamiento a retirar la basura y fumigar el suelo con agua no-potable a presión. La Corrala está silenciosa, solo una joven bien arreglada, con cabellos de azabache y una blusa verde esmeralda ha torcido por el corredor del tercer piso hacia adentro...

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